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TODOS, MEJILLA A MEJILLA

SIEMPRE HAY UN PORQUÉ

LOS MITOS DEL TEATRO

¿POR QUÉ POSTERGAMOS?

UNA VIDA EN DOS RUEDAS

“LO DE GUIDI” INVITA A PARTICIPAR

VIAJE MISTICO A URUGUAY

Su DESTINO en el HOROSCOPO

   
 

Editorial

UNA GRAN OPORTUNIDAD

El nombre de Bob Hope aparece en dos ocasiones en el Libro Guiness de los Récords. Una por ser el artista más premiado de la historia con mil quinientas distinciones y otra por ser la única figura que firmó contrato a lo largo de sesenta y un años consecutivos con la misma cadena de televisión, la NBC, para la que hizo más de 25 mil programas. Su vida se apagó el 27 de julio de 2003, cuando cargaba con cien años sobre sus espaldas. Aunque nacido en Gran Bretaña, Hope se convirtió en una especie de monumento viviente para los norteamericanos, quienes profesaron por él una genuina devoción y lo reverenciaron con justificado respeto. Su extraordinaria longevidad le permitió animar reuniones en la Casa Blanca frente a once presidentes, de los cuales varios se convirtieron en sus amigos. También se dedicó a entretener a los soldados durante medio siglo, desde la Segunda Guerra Mundial hasta el conflicto en el Golfo Pérsico en la década de 1990. Cosechó, además, cincuenta y cuatro títulos honorarios. Cuando celebró un siglo de vida, en todo el territorio de los Estados Unidos se organizaron festejos en honor del "cómico más famoso de la nación", mientras que treinta y cinco estados declararon esa fecha (el 29 de mayo) como "Bob Hope Day". Cuando falleció, el presidente George W. Bush anunció que durante los funerales las banderas flamearían a media asta en todo el país como un enorme tributo a su memoria. Sin embargo, pocos conocen la singular historia de vida que el propio Bob se encargó de diseñar en los siempre difíciles comienzos de una carrera. Desde niño su gran anhelo fue ser actor de cine. Ya de adolescente, agradecía ser un comediante reconocido en clubes de tercera categoría, pero él soñaba con ver su nombre en las grandes marquesinas. Un día, alguien que confiaba en su talento le consiguió un pequeño papel en una película de bajo presupuesto producida por la empresa Warner Bros. Hope debía pronunciar apenas dos frases de cincuenta y dos segundos y en la mitad de esos textos aparecía de espaldas. Poco para muchos, pero demasiado para alguien tan confiado en su capacidad como él. Se preguntaba cómo hacer para que lo volvieran a llamar, para conseguir una nueva oportunidad. Esperó pacientemente el milagro de un segundo contrato, pero fue en vano. Sin perder la fe, pero con la necesidad de generarse algunos dólares que garantizaran su subsistencia, aceptó un modesto trabajo como comediante y partió en una extensa gira por bares situados en los lugares más remotos de los Estados Unidos. Su meta se mantenía intacta y consistía en atraer la atención de los directores de castings para que alguno de ellos volviera a convocarlo. En medio de las cavilaciones, aprovechando las horas vacías en aquellos largos viajes, tuvo una idea que le pareció genial. En cada ciudad donde llegaba la compañía que integraba asignaría parte de su tiempo a escribir dos o tres cartas dirigidas a la Warner. El texto era sencillo y, con sutiles variantes, ponderaba su módica actuación en aquella película donde debutó. En las últimas dos líneas preguntaba: “¿Quién era ese joven que aparece al final del film?” Luego firmaba con un nombre de fantasía y enviaba el mensaje por correo. Semana a semana, repitió la rutina en cada pueblo visitado. El propio Hope contó que ese plan implicaba gastarse en estampillas buena parte de sus ingresos, pero lo consideraba una inversión. A los tres meses, cuando ya llevaba recorridas más de cuarenta ciudades y había enviado más de cien cartas, lo llamaron para ofrecerle un papel en otra película. Cuando se sentó junto a los productores para firmar el contrato, hizo la pregunta que había contenido durante ese largo periplo: “¿Qué los hizo pensar en mí?” Uno de los hermanos Warner le dio la respuesta: “Cualquiera que viaje tanto y gaste tanto dinero en inventar nombres y mandar cartas merece una oportunidad”.
Este es un grandioso ejemplo de esperanza basado en la historia real de un hombre que supo adosarle a sus dones la dosis exacta de paciencia, sumándole una pizca de ingenio, logrando así la combinación perfecta. Alguien dice que a menudo nuestras frustraciones suelen ser la consecuencia obligada de nuestra propia impaciencia. De esa imperiosa necesidad por encontrar atajos que reemplacen a los senderos naturales. La urgencia suele devorarse ciertos tiempos que son tan únicos como sagrados y nos empuja a cometer errores insalvables. El vértigo nos confunde. Los ejemplos que irrumpen desde los medios de comunicación a menudo desorientan. Una interminable cadena de personajes presuntamente exitosos cuyo mérito se sustenta en el escándalo, la exhibición de su cuerpo o la holgazanería, desvanece códigos y derriba valores. Y una ola de descrédito generalizada se cierne entonces, como un vendaval, sobre una sociedad que observa con perplejidad tantos despropósitos. Las consignas del esfuerzo y la perseverancia parecen derrapar frente a la impunidad de los que desnudan –física y espiritualmente- todas sus miserias y reciben la recompensa inmediata de la notoriedad, que suele ser tan fugaz como la vida de un lirio.
Elijamos el ejemplo de Bob Hope. De su autoestima elevada, de su voluntad inquebrantable, de su audacia, de la confianza invicta en sus propias fuerzas, de su entusiasmo, de su astucia para encontrar ese recurso formidable de las cartas, de su venerable paciencia. Todo, además, fortalecido por esa apuesta inviolable en sus posibilidades y más tarde engrandecida por la humildad que desplegó cuando las luces del triunfo no lo enceguecieron, sino que lo iluminaron y completaron su grandeza.


El Director

 

 
   
TODOS, MEJILLA A MEJILLA
   

Por definición, el beso es el acto de tocar a otra persona con los labios. Se trata de una manera de saludo o expresión de afecto y varía según las culturas. En los pueblos antiguos, fue habitual para la bienvenida, el recibimiento o la aceptación entre los hombres. Tal vez, uno de los más recordados, sea el de Judas Iscariote , sinónimo de traición. Hasta no hace mucho el beso en la boca de los hombres rusos nos producía cierto asombro, pero en nuestro país se instaló la moda, ¿o la necesidad?, de besarse, no sólo a manera de encuentro o despedida, sino en cuanta ocasión emocional surja. Lo sorprendente es que se besan los hombres entre sí, aun en el momento de ser presentados, y los médicos con sus pacientes y los jefes con sus subordinados. Al parecer, el matiz machista que nos endilgaban se ha disuelto en este roce de mejilla a mejilla que los señores de distinta edad practican de manera mutua, a veces acompañado de una palmadita en el hombro.

Un colega me comentaba el tiempo, agradable de por sí, que le lleva llegar a la redacción cada día y besar a la recepcionista, al cadete, a su secretaria, a los demás periodistas y al gerente general, cuando lo llama, aun para señalarle algún error. También a sus vecinos, si los encuentra en el ascensor, a la empleada del banco que suele asesorarlo y al abogado que se ocupa de sus asuntos. La excelencia de esta costumbre está en el matiz igualitario que establece, como si, de alguna manera, todos fuéramos parientes, nos conociéramos desde hace tiempo y hubiéramos compartido instantes memorables. No neguemos cierta promesa de amistad instalándose en ese acercamiento sonriente entre desconocidos, en este gesto de buena fe y mejor voluntad.

Investigaciones de la Escuela de Antropología de la Universidad de Massachussets apuntan a la posibilidad de que el beso pueda tener sus raíces en antiguos rituales religiosos; agregan también la nueva teoría de que se trata de una acción instintiva que conlleva el propósito de transferir sustancias de las glándulas sebáceas que se encuentran en la superficie de la piel, fundamentalmente en la parte externa de los labios. Habría, por tanto, una atracción hacia el otro a partir de lo que rezuma su piel y una de las formas de encontrar personas afines a partir del tacto, el gusto y el olfato, sentidos que actúan en un beso, como también una vuelta a la esencia animal primitiva. Claro que en este beso “a la Argentina” no existe ninguna connotación de índole amorosa: sólo el intercambio de un mimo civilizado, de un arrumaco sutil, de una zalamería de ida y vuelta, un toque casi imperceptible de ternura.

Estrecharse las manos es un rito que entró en desuso.

El deseo de acercarnos titila en el pudoroso ademán de tocar en al aire al prójimo, de pronto y por sólo unos segundos, nuestro próximo.

Noemi Carrizo

 
 
SIEMPRE HAY UN PORQUÉ
 

Cuando llegan la tos, los resfríos y los catarros, la miel adquiere protagonismo en nuestras vidas. Y no es casual: sus propiedades como método de prevención o curación de esas afecciones, dolores de garganta y gripes, son conocidas desde la antigüedad. Sin embargo, poco se sabe de sus cualidades en el tratamiento de trastornos digestivos, insomnio, insuficiencia hepática, constipado, estreñimiento, problemas cardíacos y nerviosos y palpitaciones, dependiendo en cada caso de la flor predominante

Ya sea como alimento, como remedio o como producto de belleza, la influencia de la miel en nuestra salud integral es demandada ancestralmente por toda la humanidad.

No obstante hay detalles que deberíamos conocer más a fondo y uno de ellos es la facultad de la miel en el estado de ánimo, independientemente de sus virtudes curativas. Su efecto regocijante se suma al hecho probado de que es un alimento sin fecha de vencimiento, es decir, no se degrada ni se pudre jamás. Pero si todo esto fuera poco, es una certeza, históricamente comprobada, que la miel no engorda. De hecho, en la medicina ayurveda se recomienda el consumo de miel a los individuos kapha, que son los que tienen tendencia a engordar. En Buenos Aires existe un lugar en el cual puede encontrarse miel de pasto. ¿De qué se trata? De un producto natural que proviene de praderas naturales o naturalizadas después de muchos años de su siembra. No es miel de cultivos, no es miel de árboles, no es “monoflora”. Solo de pasto, tal y como sale del campo, así queda en los frascos.

Ese lugar se llama Colmenares del Prat , una empresa familiar a cargo de Rodolfo y Marcelo del Prat , padre e hijo, que cultivan una de las más apreciadas mieles de todo el país. La miel de los Colmenares del Prat proviene de Azul , una ciudad del centro de la provincia de Buenos Aires que tiene el cielo en su nombre, está rodeada de muy fértiles pasturas, naturales o cultivadas, que le dan un sabor especial, imposible de imitar; especialmente considerada entre las buenas mieles totalmente libre de agroquímicos. Y, claro, hay que señalar que todas las propiedades de la miel, solo se encuentran en la miel pura o no quemada, ya que en esos casos las pierde. Por todo esto vale la pena probarla... los del Prat aconsejan comprar uno de sus frascos, no importa el tamaño, introducir una cuchara sopera en el manjar de los dioses y deleitarse con su pureza y dulzura... Después, sólo después de este acto, podrá hacerse una evaluación razonable.

Marcela Jouliá

 
 
LOS MITOS DEL TEATRO
 
 

En “El enfermo imaginario” , que fue su última obra, Molière (seudónimo de Jean Baptiste Poquelin), destacado dramaturgo, actor y director francés del siglo XVII, el autor se reservó para sí mismo el papel principal. Por entonces estaba muy enfermo, aquejado por una avanzada tuberculosis. En la cuarta representación de la obra, el 17 de febrero de 1673 , Molière sufrió un terrible ataque de tos. Tosió tan fuerte que se le rompió una vena y su traje, de color amarillo, se manchó de sangre. Se derrumbó sobre el escenario y falleció unas horas más tarde. Aquel infausto suceso cambió para siempre la historia del teatro: desde ese momento, vestirse de amarillo en escena pasó a convertirse en sinónimo de mala suerte y no hay actor en el mundo que intente transgredir esta norma. Esto es apenas un botón de muestra sobre los códigos que, transmitidos de generación en generación, imponen reglas prácticas de uso obligatorio entre todos aquellos que transitan por los caminos del espectáculo. Rigen tanto para atraer a la buena como para espantar a la mala fortuna y se fueron instalando con rigurosa obsesión entre todos los que forman parte de esa vasta cofradía. Algunas –como la que azotó al pobre Molière– tienen su origen en un hecho concreto; otras, sin embargo, son simples caprichos basados en episodios de dudosa credibilidad, con inocultable tufillo a leyenda urbana. Claro que todos se han comprometido tácitamente a respetarlas, evitando el riesgo de sufrir algo así como una “excomunión artística” .

Se dice “merde”. En el teatro y, por extensión, en cualquier otro rubro del espectáculo, está prohibido “desear buena suerte” a quien se prepara para un estreno. El augurio debe ser reemplazado por la palabra “merde” (o mierda, si quiere castellanizarla), que también tiene una explicación racional. La costumbre fue forjada cuando el caballo era el medio de locomoción habitual y tanto los protagonistas como el público llegaban a las salas montados en sus propios equinos o, a lo sumo, en carruajes que oficiaban como medio de transporte. Así, era frecuente que en las puertas de los teatros se acumulara una abundante cantidad de excrementos, lo que se convertía en una señal concreta (y aromática) de que la asistencia había sido tan generosa como para garantizar el éxito.

El animal censurado. Si uno pretende ganarse la antipatía de un artista alcanza con mencionarle el vocablo “víbora” , un reptil que acelera hasta límites insospechados la ira de quien escucha esta palabra antes, durante o después de una función. Existe una asociación bíblica entre este animal y la maldad, lo que ha valido su rechazo sistemático por parte de la comunidad teatral. Para mencionarla, si es que hacerlo resulta inevitable, hay opciones como “bicha” , “la que se arrastra” u otro recurso por el estilo, aunque lo mejor es evitar el tema.

Flores del mal. ¿Admira sanamente a una actriz y quiere agasajarla con un ramo de flores? Buena idea, excepto que haya pensado en una docena de claveles. La superstición que le atribuye la energía negativa a esas flores proviene del siglo XIX, tiempos en que los teatros contrataban directamente a los elencos por toda la temporada. Si el director de la sala quería decirle a la actriz que su contrato sería renovado para el año siguiente, le enviaba rosas. En cambio, si mandaba claveles, el mensaje encubierto era que el vínculo laboral estaba quebrado.

Sonidos del silencio. Silbar en las cercanías de un escenario puede sumarle enemigos inesperados. El origen de este mito es mucho más mundano de lo que parece, pues en los tiempos en que no existían handies, celulares ni otros elementos técnicos similares de comunicación, los silbidos constituían el único modo de indicarle a los técnicos que debían levantar el telón, mover elementos de la escenografía o incluir algún precario efecto especial. De tal manera que si alguien silbaba, los técnicos asimilaban el sonido como una orden y ponían manos a la obra con su tarea, pero fuera de tiempo, con el consiguiente perjuicio para el desarrollo de la trama. “Silbar, ¡jamás! –decía el querido Osvaldo Pacheco en una entrevista–. Si el texto lo exige, a lo sumo tarareo...”

Tirame las agujas. Otro mandamiento inexcusable que se originó en el teatro y se extendió al universo del entretenimiento dice que “jamás tejerás en escena”. Aquí gobierna el sentido común: las puntiagudas agujas pueden desgarrar vestuarios o caerse al suelo y provocar caídas.

Los trajes gemelos. Y ya que hablamos de indumentaria, digamos que es considerado un ataque frontal a la buena suerte el hecho de contar con dos o más trajes iguales y utilizarlos alternativamente. La norma exige que se debe empezar y terminar la temporada con el mismo vestuario, más allá de las grietas, roturas o desgastes que sufra con el paso de los meses. En una entrevista, la recordada actriz Iris Marga aludía al tema de esta manera: “Representábamos una obra en la que yo era una paisanita. Para estar siempre almidonada, con los volados tiesos, me hice hacer dos trajes iguales. Cuando Pascual Carcavallo, el empresario, se enteró, tuvimos un disgusto tan grande que marcó mi alejamiento del elenco”.

Con mala fama. La borrascosa mitología teatral ha declarado a ciertas obras como “malditas” y es natural que, ante una eventual convocatoria para integrar sus elencos, las actrices y los actores se excusen de protagonizarlas, aún carcomidos por una asfixiante falta de empleo. En esta nómina debemos incluir “El señor de Pigmalión” , “Robin Hood” y muy especialmente “Macbeth” . Con respecto a la primera, cuyo autor es Jacinto Grau , sucedió que en España nadie quería representarla por su terrible fama negativa. En una entrevista concedida en 1974 al diario La Nación, José Cibrián –el papá de Pepito– contaba que cuando su padre puso en escena la obra en Madrid en la década de 1930, “todo el mundo le llamaba insensato, y más aún cuando en uno de los últimos ensayos uno de los intérpretes se presentó a trabajar pese a que padecía una seria dolencia pulmonar. El actor pagaría con su vida el exceso de profesionalismo, y muchos compañeros le atribuyeron la desgracia a la presunta influencia nefasta de don Jacinto, renunciando de inmediato a sus papeles”.

En cuanto a la creación de William Shakespeare el desafío es doble: no sólo se corren riesgos al interpretarla sino que nombrarla en las inmediaciones de un teatro puede convertirse en un peligroso atentado contra la buena fortuna. La alternativa es “la obra escocesa” o “la obra del bardo” , en alusión al autor. Los argumentos que fundamentan el rótulo “mufoso” que persigue sistemáticamente a “Macbeth” son varios. Se dice, por ejemplo, que ya en su primera representación, Shakespeare tuvo que actuar el papel principal femenino porque el muchacho (un caso de travestismo que se pierde en el túnel del tiempo) elegido para ese rol se enfermó súbitamente y murió. La historia enumera desde teatros incendiados hasta actores que perdieron la vida en medio del escenario, entre otras catástrofes que no siempre pudieron ser comprobadas. Como en todo mito, subyace una explicación “sobrenatural” y otra concreta y realista. La primera está relacionada con una canción que forma parte de la obra, en la cual unas brujas, en la ficción, invocan a espíritus malignos. El asunto es que el ritual supuestamente funcionaría en la realidad y las almas en pena harían su aparición en cada función, dispuestas a arruinarlo todo. Pero alejándonos del plano místico, hay una razón por demás profana para el miedo de los actores a “la obra escocesa” . En épocas contemporáneas a su autor, las compañías que hacia el final de la temporada no hubiesen tenido éxito en la taquilla, debían recuperarse “de apuro” interpretando una obra popular que en la mayoría de los casos era, justamente, la deleznable “Macbeth” . Por tanto, esta obra era vista por la compañía como “la última oportunidad” y, si fallaban, serían despedidos. De ahí que siglos después se la siga mirando de reojo y atribuyéndole nefastos “poderes mágicos” .

La moneda corriente . Aún en las épocas más críticas, que en nuestro país se repiten cíclicamente, es natural que se mantengan los códigos de la cortesía y una actriz o actor invite a sus colegas para verlo en acción. Obviamente el convidado no paga su entrada, pero deberá ajustarse al ritual de visitarlo en el camerino al terminar la función, saludarlo y depositar una moneda en un plato que se encuentra colocado para la ocasión. Si no se cumple con este rito, es probable que los espectadores brillen por su ausencia y el espectáculo esté irremediablemente condenado al fracaso.

Con buen pie. La rutina del último ensayo antes del estreno es habitual. Todos los responsables de la obra se comprometen a realizarla poniendo lo mejor de sí mismos, cumpliendo a rajatabla con las marcaciones del texto y las indicaciones del director, como si la sala estuviera repleta, aunque esta representación sea de consumo doméstico, con acceso vedado para los curiosos. ¿Y si sale mal? Mejor. Esto indica que la función del día siguiente será excelente. O viceversa.

Que nada cambie. En vísperas del estreno, nadie hará cambios en el camerino que le adjudicaron. Los enseres básicos incluyen el vestuario a utilizar, el neceser con el maquillaje y algunos pocos efectos personales. En este plano el límite permitido incluye la colocación de fotos familiares en el espejo. Pero nadie que aspire a ser protagonista de una obra exitosa cometerá la insolencia de llevarse algo que no le corresponde o de mover algún objeto del lugar donde estaba cuando ingresó.

El sitio prohibido. Otro de los tabúes fue demolido por el paso de los años y el avance de las nuevas tecnologías. Pero los más veteranos recuerdan que estaba terminantemente prohibido sentarse en la escotilla del apuntador, ya que eso “rompía el pacto con los dioses”, omnipresentes en el imaginario de quienes transitan por el medio e invocados una y mil veces para recibir sus bendiciones. Y si bien el apuntador ya no existe, en las viejas salas que aún conservan ese recinto, la norma se continúa respetando.

Adrián Velázquez

 
 
¿POR QUÉ POSTERGAMOS?
 

Algunas personas presentan una persistente tendencia a postergar aquello que deberían realizar en el presente. Bajo excusas tales como “mejor lo hago mañana” o “empiezo la dieta el lunes”, demoran una acción que les demanda cierto esfuerzo y cuyos resultados resolverían favorablemente una situación determinada. Y posponen engañándose con ilusiones de un supuesto alivio inmediato otorgado por el aplazamiento. Sin embargo, y a pesar de obtener algún beneficio producto de la postergación, la mayoría de estas personas presentan un alto grado de ansiedad y de disconformidad con respecto a esta actitud. ¿Por qué entonces, a sabiendas del costo emocional que les produce, se empeñan en posponer para mañana lo que podrían comenzar a resolver hoy?

Hay varias respuestas posibles. Una de ellas apunta a lo neurobiológico. Dicen los especialistas en este campo que en las personas con tendencia a “dejar para mañana” existe una disminución de las catecolaminas, sustancias cerebrales necesarias para poder concretar las acciones, favorecedoras de estados de concentración. La reducción del nivel normal de catecolaminas, además, explicaría el porqué del gran esfuerzo psíquico que demanda cualquier acción por más simple que parezca. Aún así los neurobiólogos reconocen la existencia de factores psicológicos que suelen provocar esta modificación en la química cerebral.

El psicoanálisis -la escuela psicológica más difundida en la Argentina- sostiene que la postergación es característica de personas obsesivas que tienden a demorar la satisfacción que les daría la resolución favorable de un conflicto o la simple culminación de un proyecto, porque no toleran la carga emocional que ella conlleva. Prefieren que la satisfacción nunca llegue, aunque esto les traiga como consecuencia una gran angustia.

La ciencia psicológica ha podido determinar que “posponer” forma parte de las actitudes de innumerables personas que no son obsesivas. Es más, se ha visto que quienes en un momento de la vida habían sido personas de acción, vitales y emprendedoras, en otro caen bajo los efluvios de la desidia y la indolencia. El “dejarse estar” .

Las características que presentan en común tales individuos son una baja tolerancia a la frustración. Esto quiere decir que no admiten la presencia de la mínima dificultad en el camino de la concreción de sus objetivos, por lo que los abandonan o, simplemente, ni los comienzan. La promesa de “hacerlo después” se transforma en una excusa para lo que no, en verdad, están dispuestos a no hacer nunca. También se observa que son proclives a desvalorizar aquello que les demanda esfuerzo porque están en la búsqueda constante del placer inmediato, entonces posponen lo que les produciría un gran beneficio a largo plazo para evitar hacer lo que suelen llamar “sacrificios” pero que no es otra cosa que “esfuerzos” .

Esta actitud igual acarrea insatisfacción. ¿Por qué? Debido a que la persona sabe que está siendo víctima de un autoengaño. Porque, como dijimos, el aplazamiento trae sólo un alivio que no es más que una ilusión, porque los verdaderos intereses han sido dejados de lado. ¿Hasta cuándo se puede sostener una situación así sin que aparezcan intensas sensaciones de angustia e insatisfacción? No mucho tiempo.

Sabemos que para alcanzar los objetivos positivos de vida debemos tener una mente positiva y una actitud de entrega a ellos, lo que implica la aceptación de la propia capacidad para enfrentar las dificultades. La seguridad en uno mismo es un elemento clave para concretar los más favorables deseos así como los proyectos a mediano y largo plazo. Y para alcanzar esta seguridad primero hay que tomar conciencia de que uno cuenta con un potencial enorme que es menester desarrollar. Esto está vigente en tenemos todos. Confiando en nuestras posibilidades resultará más sencillo aceptar la idea de sortear obstáculos en nuestro camino, pues se cuenta con la certeza de que en efecto se trata de desafíos que podemos enfrentar exitosamente.

Como todo, dar el primer paso para terminar con las postergaciones es lo más difícil. Lo realmente grato es ver y disfrutar de los beneficios que otorga la concreción de nuestros anhelos. Hay que tener en cuenta que hasta el más pequeño esfuerzo por mejorar nuestra calidad de vida sirve para el necesario crecimiento espiritual, afectivo y materialmente de la persona.

Dr. Antonio Las Heras

 

 
UNA VIDA EN DOS RUEDAS
 

Cuando José Silpitucla empezó a ocuparse de las bicicletas tenía apenas 14 años y era empleado de la firma Rodados Celta, que dejó de existir en el año 2000, justo en el momento que decidió instalar su propio negocio, que en honor a esa fecha lleva el nombre de Milenium Bike .

Allí aprendió el valor de armar los rodados, cosa que hace hasta la actualidad, que lo distingue de “los nuevos” , que “compran todo armado” . Defiende apasionadamente su condición afirmando que “ver nacer el producto es muy importante” .

Este verdadero artesano evaluó junto a HECHOS & PERSONAJES el proceso de cambio social que se produjo en nuestro país a través de su profesión. “Mis clientes –asegura– venían antes con sus padres, vinieron después con sus hijos y ahora vienen con los hijos de sus hijos” . Por eso decidió quedarse en Palermo, sobre la calle Bonpland , al momento de ampliar su local para adecuarlo a las nuevas necesidades de su creciente clientela, de ahí que en poco tiempo Milenium Bike estará en Bonpland 2393 , a metros de Charcas.

Admite, en ese análisis de las mutaciones sociales, que hoy los pibes de 9 años antes que “una bici” prefieren un celular, pero valoriza que haya una nueva generación que encuentre en el andar en bicicleta una especie de terapia que los aleja o protege del ruido estridente de las grandes ciudades como Buenos Aies. Por eso participa activamente de esa demanda, sabe que muchos médicos aconsejan andar en bicicleta para aliviar diferentes afecciones, conoce grupos de entrenamiento en montain bike y participa de sus encuentros haciendo service, traslado y asistencia mecánica. De hecho, actualmente, puede afirmarse que su servicio empieza a extenderse a nivel nacional. José Serafín Silpitucla sabe muy bien la diferencia entre “heredar” y “empezar de abajo” ; por eso, anualmente se da el placer de regalar algunas bicicletas a chicos que no podrían jamás acceder a ellas; y con los ojos brillando por la emoción testifica que ese acto supera con creces el de vender un repuesto carísimo, por ejemplo. “Es un saludable ejercicio para el corazón” , nos dice. Entre sus clientes famosos figuran dos mujeres increíbles como Natalia Oreiro y Victoria Onetto . Sin embargo, su pecho se infla de orgullo cuando recuerda a Facundo Arana , al que considera un “amigazo”. Le vendió su primera bicicleta cuando él trabajaba como empleado y el futuro galán tenía entre 7 y 8 años. Aún hoy lo cuenta entre sus fieles clientes.

Empezó a trabajar en este rubro en el año 1979, desde entonces hasta ahora cambiaron muchas cosas... pero él prefiere mantener los valores de aquellos ya lejanos comienzos. Con la cintura necesaria para adaptarse a los nuevos requerimientos del mercado alcanza, no es necesario vender el alma. Por eso José es un personaje digno de conocer.

Marcela Jouliá

 
“LO DE GUIDI” INVITA A PARTICIPAR
 
 

Desde hace más de veinte años, Osvaldo Guidi (actor profesional, director y docente de teatro) se dedica a la formación de actores. Hace una década instaló su Teatro Escuela “Lo de Guidi” (Riobamba 359), donde por estos días se renueva la convocatoria para sumarse a tres nuevos talleres. Uno fue rotulado “Diferentes” y el propio Guidi explica de qué se trata. “Es un taller sobre la diversidad sexual, dirigido a gente que tenga que ver con su elección de comunicación en toda su generalidad y de condición abierta, física, emocional y mentalmente. Trabajaremos sobre escenas de películas y obras de teatro referidas al tema”. Otra opción es el Gimnasio Emocional , un taller de módulos e instrumentos sobre entrenamiento específico del método “No actúes por favor”. “No hay que traer material de trabajo. Sólo un texto estudiado neutro de diez renglones y en primera persona muy cotidiano, nada clásico ni en verso ni escrito por el alumno” , resume Guidi. Y también comenzará a funcionar el Taller de Actuación y Transformación Personal (a nivel profesional y terapéutico). A estas novedosas propuestas se suman el Seminario de dirección y puesta en escena , el Taller literario y el Teatro para mayores de cuarenta y pico , estos últimos dirigidos por Hugo del Barrio.

Julio también marcó el punto de partida para el comienzo de “Domingos de cambio” , el programa radial que sale al aire de 19 a 20 por AM 1010 – Onda Latina . Junto a Osvaldo están Hugo del Barrio, Claudio Dodorico y María Ester Sánchez , con producción comercial de Lionel Pecoraro y producción general de Nilda Maza . “Nuestro objetivo es crear un espacio que aporte al desarrollo personal y social, además de difundir actividades culturales, colaborar con la necesidad de optimismo, generar un ámbito donde el humor y la cultura se reubiquen, acompañar al desarrollo del hombre pensante y abrir un espacio para la diversidad que no tiene vos”, explica quien fuera ganador del premio Martín Fierro como mejor actor de reparto en 1993 y quien por estos días, en medio de la vorágine que lo rodea por tantas novedades, confía casi en secreto que es inminente su retorno a la televisión en un papel a su medida.

 
VIAJE MISTICO A URUGUAY:
DESPERTANDO EL SABIO INTERIOR
 

Como en otras oportunidades, durante el próximo mes de septiembre y a lo largo de seis intensos días, estaremos recorriendo puntos energéticamente significativos de la hermana República del Uruguay . Colonia, Montevideo, pero muy especialmente Piriápolis y Punta del Este nos recibirán, con su calidez habitual, para que de la mano de estudiosos locales podamos, una vez más, sumergirnos en sus misterios, realizar nuestros ejercicios de energetización, prácticas de meditación grupales para armonizar nuestro cuerpo, mente y espíritu y sanarnos, por dentro y por fuera. En el marco imponente de un mar donde el sol sale y se oculta, con serranías que caen sobre las costas, los enigmas de un pasado de sabios reviven para iluminar nuestras mentes.

¿Sabía usted que Piriápolis fue construida por alquimista? ¿Que el diseño de sus calles respeta el Arbol de la Vida de la Cábala? ¿Sabía que cada plaza y su popular Rambla costera, así como los principales edificios, están desbordados de símbolos rosacruces, herméticos, espirituales? ¿Que en cada año, durante el mes de septiembre, se celebra el Mes Místico, con el apoyo de las fuerzas vivas locales?

¿Sabía usted que bajo su suelo corren poderosas líneas de energía que conectan con el sagrado cerro Uritorco, en Capilla del Monte, provincia de Córdoba? ¿Y que existen misteriosos castillos donde se realizaban prácticas esotéricas en las que participaban poderosos hombres que provenían de todo el mundo?

Porque “Piriápolis” casi se llamó “Heliópolis” . Y a la secretísima orden de “Los Caballeros de Heliópolis” perteneció Francisco Piria , su fundador. Un hombre que, sólo para mantener el velo de discreción sobre sus conocimientos, aceptó el propio pedido de los primeros pobladores de darle su apellido a la ciudad. Pero, si caminamos con tranquilidad, el corazón abierto y el oído atento por sus calles, iremos aprendiendo algunas cosas para aplicarlas prácticamente después en el día a día. Por ejemplo, veremos como la gente de Piriápolis saluda al sol cada mañana, obteniendo así su energía. Una vez por semana, dan tres vueltas alrededor del Hotel Piriápolis, para caminar sobre sus baldosones donde se suceden los símbolos ancestrales: la Flor de Lis, la Rosa, la Cruz Plateada, de forma tal que simbólicamente repiten el camino de la Gran Obra Filosofal. Veremos la “Iglesia Negra”, umbrosa y enigmática, a medio construir (a propósito, como a propósito se le dio una orientación opuesta a cualquier otra iglesia en el mundo) para que -dicen los ancianos- hacia allí se concentrara todo el mal que flotara en el ambiente para dejar a la ciudad libre de malas vibraciones. Y comprenderemos porqué Piriápolis es conocida en todo el mundo como “La perla del feng shui” , por las increíbles energías del lugar. Contemplaremos la imagen de un Jesús, con sus manos extendidas sobre la bahía, que nos susurra otros secretos. Oiremos de duendes y fantasmas, de elementales del agua que producen extrañas luces en la noche y sobre la mar.

Pero esto es en Piriápolis, y las maravillas no terminan allí. En Punta de Este, recorreremos y oraremos en una iglesia que respeta en su construcción secretos del Antiguo Egipto. Frente a una plaza donde, al aire libre, usted protagonizará el increíble fenómeno de escuchar el propio eco de su voz... a cielo abierto. También visitaremos los misterios del pasado de la pintoresca Colonia , e incursionaremos en las preguntas que un pasado secreto susurra en monumentos públicos de Montevideo .

Mientras tanto, matizaremos con ejercicios de armonización de nuestros centros energéticos en puntos geográficos que, casual o causalmente, suelen ser visitados frecuentemente por OVNI's. Y retornaremos cargados de una energía especial que, una vez más, será el motor de nuevos logros en nuestra vida cotidiana.

Gustavo Fernández

Su DESTINO en el HOROSCOPO
 

ARIES: Período de muchos cambios en el terreno laboral. Mostrándose más seguros tendrán mejor posición ante los demás. Llegan reconocimientos a nivel social o profesional. No dejen de lado las obligaciones o compromisos que se han generado. Dejen de lado los prejuicios y disfruten del amor plenamente.

TAURO: Brillarán por su seducción y el buen trato que ejercerán sobre los demás. Toda su energía estará encaminada hacia su entorno. Etapa óptima para iniciar algún estudio, curso o taller de perfeccionamiento. Con respecto a su parte afectiva, no duden en tomar las riendas de sus pasiones. Es una etapa magnífica para el amor y la pareja.

GEMINIS: Están bastante temerosos para tomar decisiones importantes. Pero no deja de ser un aprendizaje poner en práctica sus deseos y poder decir aquellas cosas que antes no se animaba a expresar. En cuanto al amor vienen momentos de pasión y mucho romanticismo. Económicamente se los ve muy afianzados y conservando su estabilidad.

CANCER: Es un buen momento para guiarse por sus presentimientos. Es hora de cosechar todo lo que habían sembrado. En cuanto al plano laboral no dejen para mañana lo que puedan hacer hoy, apuntando su energía en dirección a sus objetivos. En cuanto a la salud es recomendable que corten con la inercia y empiecen a hacer practicar deportes o incluir caminatas en su vida cotidiana.

LEO: Están saliendo de una etapa de mucho rigor y exigencias en lo personal. Se los ve un poco cansados o estresados Traten de poner mas diversión o distensión a sus vidas. Socialmente están dejando atrás las relaciones o situaciones que ya no sirven. En el trabajo no deben exigirse tanto. En el amor una amistad de mucho tiempo puede sorprenderlos apasionadamente.

VIRGO: Gozarán de una gran vitalidad. En muchas ocasiones no prestan demasiada atención a su aspecto externo y así es como se pierden algunas oportunidades en el terreno amoroso. Será excelente el panorama en el plano económico. Una fuerte iniciativa será el primer impulso para comenzar una etapa de trabajo duro pero muy fructífero.

LIBRA: Fase de muchos interrogantes, pero a la vez de un estrecho contacto amoroso. Venus les dará una comprensión única. Percibirán todo aquello que se oculta detrás de las palabras y las actitudes. Van a estar muy interesados por lo estético y artístico. Gozarán con la compañía de algún ser muy querido y buscarán concretar un vínculo. En cuanto a lo laboral estarán muy creativos y con mucho arte para hacer las cosas, lo que les sorprenderá inclusive a ustedes mismos.

ESCORPIO: Valioso ingreso de dinero que los ayudará a saldar compromisos. Se rodearán de numerosos amigos que los ayudarán a armar proyectos a corto plazo. No se alejen de la realidad con sus fantasías. Demasiadas dudas los perjudicarán en la consecución de sus objetivos. Si enfrentan la vida con tantas incertidumbres, no llegarán nunca a lograr el éxito. Contarán con una inusitada moderación y mayor racionalidad.

SAGITARIO: Les gusta vivir a lo grande y saben gozar alegre y plenamente la vida, pero tendrán que hacer algunos sacrificios. En esta etapa predominará la mente sobre los sentimientos. La fuerte incidencia de sus afectos los llevará a compromisos imprevistos. Tengan cuidado de prometer más de lo que puedan cumplir. Traten de conservar la estabilidad y de aminorar ciertos atisbos de soberbia.

CAPRICORNIO: Avanzan objetivos y proyectos. Su mentalidad estará abierta para adquirir mayores conocimientos, por lo que tendrán la oportunidad de profundizar sus estudios. Su desempeño profesional será muy reconocido. Su filosofía de vida está basada en el trabajo y el sacrificio. El orden y el método son palabras frecuentes y muy usuales en su vida cotidiana.

ACUARIO: Aparecerá la sensación de estar definiendo una relación amorosa. Será un momento de regeneración de la pareja. Marcada tendencia a la abnegación personal. Serán felices trabajando en algo que beneficie al público y los ayude a mejorar su calidad de vida. Aunque tengan que realizar actividades rutinarias las harán de tal modo que resulte original.

PISCIS: Tendrán que enfrentar energías incompatibles pero complementarias a las suyas. Su vida afectiva estará subordinada al intelecto. En el trabajo serán muy bien reconocidos por sus servicios. La conciencia de la realidad cotidiana, los deberes diarios y la rutina es lo que más les cuesta incorporar en sus vidas. La resistencia a todo esto podrá generarles problemas intestinales.

Guadalupe Vallejos
Prof. en Psicología, Filosofía y
Ciencias de la Educación
Astróloga y Tarotista
Consultas: 4864-5651

 
 
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